CANTO FÚNEBRE
“Oh viento que ruges tan fuerte
tristezas que no han de cantarse,
viento salvaje ante el cual las nubes
sombrías redoblan la
noche; tormentas de lágrimas vanas,
bosques desnudos
cuyas ramas se extienden,
hondas grutas y aguas lúgubres,
¡gemid, pues el
mundo se pierde!”