“Fiscal Morris: Según nos consta, había en la casa una joven sentada en el sofá que no llevaba puesto nada excepto unas pieles; aceptará usted que, en circunstancias normales, cabría esperar que la joven se hubiera mostrado avergonzada si no llevaba encima más que una manta de piel, estando como estaba en presencia de ocho hombres, dos de los cuales además eran meros conocidos que se encontraban allí circunstancialmente, por no hablar de un tercero que era el sirviente marroquí.
Keith Richards: En absoluto.
Fiscal Morris: Le parece a usted absolutamente normal, ¿no es eso?
Keith Richards: No somos unos vejestorios, no nos preocupamos de insignificantes cuestiones morales”.
Juicio por el caso Redlands, 1967. Texto extraído del libro autobiográfico “Vida” (Keith Richards. Global Rhythm Press, 2010)