“Sea cual sea la causa que atribuimos a nuestras aflicciones, a menudo no es más que el interés y la vanidad”.
-“Es difícil decidir si un proceder claro, sincero y digno es efecto de la honradez o de la habilidad”.
-“Lo que parece generosidad a menudo no es más que una ambición disfrazada, que desdeña lo menor para aspirar a objetivos más grandes”.
-“No es una gran desdicha hacer favores a ingratos, pero es una insoportable deber favores a hombre indignos”.
-“Esa clemencia, de la que se hace virtud, a veces se practica por vanidad, otras por pereza, a menudo por miedo, y casi siempre por esas tres razones juntas”.
-“Admitimos nuestros defectos para reparar con nuestra sinceridad el daño que nos causan en la opinión ajena”.
“La bondad natural, que se jacta de ser tan sensible, a menudo queda sofocada por el menor de los intereses”.
-“Las pasiones más vehementes de vez en cuando nos conceden una tregua, pero la vanidad siempre nos agita”.
-“Con frecuencia el hombre cree estar conduciéndose a sí mismo cuando es conducido, y mientras con su mente tiende a una meta, su corazón le arrastra insensiblemente hacia otra”.
-“Lo que los hombres llaman amistad no es más que un pacto, un respeto recíproco de intereses y un intercambio de favores; en resumidas cuentas, una relación en la que el amor propio siempre se propone ganar algo”.
-“Casi todos nuestros defectos son más perdonables que los medios de que nos servimos para disimularlos”.
-“La mayoría de los jóvenes creen ser naturales, cuando no son más que descorteses y groseros”.
-“La confianza ayuda más a la conversación que el ingenio”.
-“Los que se dejan engañar por nosotros no nos parecen ni con mucho tan ridículos como nos parecemos nosotros mismos al dejarnos engañar por los demás”.
-“En la mayor parte de los hombres el amor a la justicia no es más que el miedo a sufrir la injusticia”.
-“Nada impide tanto el ser natural como el deseo de parecerlo”.
-“En los celos hay más amor propio que amor”.
-“A menudo nos sonrojaríamos por nuestras acciones más nobles si los demás conocieran todos los motivos que las han inspirado”.
-“Hay personas que nunca se hubiesen enamorado si jamás hubieran oído hablar del amor”.
-“Si resistimos a nuestra pasiones ello se debe más a su debilidad que a nuestra fuerza”.
-“El deseo de hablar de nosotros mismos y de mostrar nuestros defectos tal como queremos que los demás los vean representa una gran parte de nuestra sinceridad”.
-“Las únicas personas que nos parecen sensatas son las que opinan como nosotros”.
-“La elegancia es al cuerpo lo que la agudeza es a la mente”.
-“Aunque los hombres se jactan de sus grandes acciones, éstas no son a menudo la consecuencia de un propósito grandioso, sino consecuencia del azar”.
-“Elogiar de buena gana una acción noble, en cierto modo es casi participar en ella”.
-“Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás que finalmente nos disfrazamos para nosotros mismos”.
-“Es más difícil ser fiel a la amada cuando somos dichosos con ella que cuando nos trata con desvío”.
-“La gloria de los grandes hombres siempre ha de medirse por los medios de que se han servido para adquirirla”.
-“Los viejos gustan de dar buenos ejemplos para consolarse de no estar ya en condiciones de dar malos ejemplos”.
-“Rechazar elogios es un deseo de ser elogiado dos veces”.
-“A menudo se traiciona más por debilidad que por un propósito deliberado de traicionar”.
-“Las virtudes se pierden en el interés como los ríos en el mar”.
-“Los bienes y los males que nos acaecen no nos afectan según su magnitud, si no según nuestra debilidad”.
-“Poco ingenio con rectitud, a la larga aburre menos que mucho ingenio con malignidad”.
-“La persona juiciosa sabe que es preferible no competir que vencer”.
-“Es mucho más fácil sofocar un deseo que satisfacer todos los que le siguen”.
-“Por lo común, lo que nos impide mostrar el fondo de nuestro corazón a nuestros amigos, más que la desconfianza que podamos sentir por ellos, es la que sentimos por nosotros mismos”.
-“Hay falsedades disfrazadas que simulan tan bien la verdad que sería un error de juicio no dejarse engañar por ellas”.
-“Por mucho que nos elogien no conseguirán sorprendernos”.
-“Es imposible volver a amar por segunda vez lo que verdaderamente se dejó de amar”.
-“Nada más raro que la verdadera bondad; incluso quienes creen poseerla por lo común son tan solo complacientes o débiles”.
-“El verdadero hombre de mundo es aquél que no se jacta de nada”.
-“Quien vive sin locura no es tan cuerdo como cree”.
-“El valor completo consiste en hacer sin testigos lo que uno sería capaz de hacer ante todo el mundo”.
-“El atractivo de la novedad es al amor lo que la flor a los frutos: le da un lucimiento que enseguida se desvanece y que no vuelve jamás”.
De la obra “Máximas: Reflexiones o Sentencias y Máximas Morales”